Tributo peruano
El punto más controvertido de la reforma tributaria peruana es
el relacionado al Impuesto a las Transacciones bancarias (ITB), no sólo
por la férrea oposición de los gremios empresariales, sino y sobre todo
por la resistencia de un sector ministerial. Aunque
el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) aceptaría que el nivel de
gravamen a las transacciones empezara con una tasa de 1,5 soles por cada
1, 000, para ir cayendo progresivamente hasta quedar en 0,5, los
ministros de Transportes y de Producción se han mostrado reacios. Sin
embargo, esta posición cambiaría si dentro de las excepciones que se
darán con este tributo, se incluye el pago de algunos servicios públicos
como el telefónico y del sector pesquero, un pedido que aún no ha sido
aceptado. La premier peruana es consciente de la
repercusión del ITB y está secundada por los titulares de Economía y
Finanzas y de Energía y Minas, para quienes el impuesto es la piedra
angular de la reforma tributaria. No obstante, tienen temores -y también
de la banca (que ya estudia presentar una acción de
inconstitucionalidad contra el ITB) - de que el tributo sea bloqueado o,
en el peor de los casos, disminuido y no tenga el impacto esperado en
la recaudación. Ya se han aprobado doce excepciones para intentar
satisfacer a algunos sectores. La Cámara de Comercio
de Lima anunció que si el gobierno insiste en el citado impuesto,
estudiará la posibilidad de interponer acción de inconstitucionalidad,
por atentar contra la libre elección de los usuarios y clientes.(El expreso, 26.11.03)De acuerdo con el texto, los ministros de Economía y Finanzas y de Energía y Minas:
a) se oponen al ITB.
b) aceptarían una implantación gradual del ITB.
c) suceden a la premier peruana en la jerarquía de poder.
d) temen la reacción de los bancos.
e) apoyarían el ITB con algunas condiciones.